Estos espacios, por los que ya pasaron miles de personas de manera virtual y/o presencial, fueron pensados para compartir información que transforme y empodere a quien la reciba. En todos confluye el mismo espíritu: la información es crucial para deconstruirnos, romper con nuestra inercia cultural y volvernos protagonistas de las historias que hace falta contar. Son espacios para desaprender, aprender, conocernos, vincularnos. De muchos de ellos han salido grupos de Telegram y otros espacios colaborativos. Como a todo mi trabajo está dirigido a quien sienta curiosidad y ganas para emprender un camino de cuidado y amor para sí mismo y para este mundo del que somos parte.