Desde que la comida ultraprocesada desplazó a la comida de verdad nuestro menú se volvió un universo comestible y bebible donde nada es lo que parece, y estamos más en problemas que nunca. Nuestros cuerpos están erosionados y a un tris del colapso. El arma secreta para que comamos lo que nos hacer daño es nuestro desconocimiento: si supiéramos cómo está hecho mucho de lo que hoy comemos, no lo comeríamos, y menos aun se lo daríamos a nuestros hijos. A la vez conocer el problema abre la puerta de salida hacia recetas, variedades y sabores que nos hacen bien y reconectan con el mundo vivo. Nos autonomiza y empodera.
Y no: no es más difícil, es solamente mejor pero tan desafiante para el sistema que nos necesita adormecidos, alienados, consumidores, como zombis que nada está dado para que esto acontezca.
Este encuentro es un compilado de la informacion más importante que hay que tener para dar la revolución posible, necesaria y cada día más urgente. Para deconstruir la mesa propia o para tener los argumentos necesarios para ayudar a transformar afuera de casa la alimentación de quienes más vulnerables están ante este sistema: las criaturas que en el jardín de infantes y en la escuela reciben por comida cualquier cosa.
Modalidad: presencial o virtual.
Duración: Dos horas